martes, 9 de febrero de 2021

Felicidad, conciencia social, educación.

 

Felicidad, conciencia social, educación.

Se trata de entenderlo de verdad. Como decíamos antiguamente, de concienciarse. De pensar de verdad ello. Me refiero a darse cuenta de que la participación democrática, el compromiso social, el espíritu crítico, además de ser la única solución para el mundo, para la humanidad (sí así  de grandilocuente) además de eso, y por si fuera poco, es la única forma de ser feliz, de sentirse humano, de progresar en humanidad. Ya lo decían los (y seguro también las) griegas.

Creo urgente avanzar en ese camino de concienciación.

Hablemos de educación. Como sostiene la Pedagogía Crítica esa premisa que he planteado es el germen de cambio, de mejora. La gran dificultad es que tener esto claro no es, bien lo sabemos desde el M.C.E.P (Movimiento Cooperativo de Escuela Popular) desde la Pedagogía Freinet, una cuestión de blanco o negro, de sí o no, es más bien un continuo. Se trata de un camino de profundización para todos, del poco a poco hacia cierta lucidez, hacia  la utopía. Se trata de ver la necesidad de esa radicalidad. Si no somos radicales en nuestra propuesta, la inercia potentísima del neoliberalismo nos devora con los cantos de sirena del individualismo, del consumismo y de la profunda incultura (véase el concepto de “sabios ignorantes”)

Es necesario otro currículo, y una organización que profundice en valores democráticos en la escuela.  Es necesario el compromiso y la lucha por una educación popular, la justicia social y la solidaridad como obsesión. Un currículo que gire siempre alrededor de estos objetivos.  Habría que escuchar mucho más a Freire y Freinet.

En el M.C.E.P. llevamos mucho tiempo luchando por ello. Arremangad@ en la práctica. Nuestras famosas Técnicas Freinet  se esfuerzan por dar la palabra a las criaturas, al ser humano, tienen su fuerza en este compromiso ético y social. Sin esa profundidad ideológica se quedan en nada (en poco). Lo hemos visto en muchas ocasiones, hemos visto asambleas que banalizan esa profunda palabra, hemos visto textos libres que sólo tienen de ello la preciosa expresión.

Necesitamos despertar y hacer despertar, la educación lo es sólo, si es emancipadora. Mucha gente es susceptible de este cambio, es natural (como nuestro método) todos y todas queremos ser felices, querríamos mejorar el mundo. Hemos de esforzarnos por profundizar, y como M.C.E.P. por estar presentes, hacerlo llegar.

Aunque sean malos tiempos, con entusiasmo, con alegría, cooperando. Es lo que hay.

 Ánimo.

 

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